Al principio no me parecía muy linda, era un 7 (y arañando). Cuando la escuche cantar, paso a ser un 7.50 o un 8 con toda la furia. Ahora lo más lindo al caso es que sólo después de pasar un tiempo sin verla me empezó a interesar. Y después de todos sucesos acaecidos post data (como salir juntos, conocer más su personalidad, posturas, ideologías, gustos, etc.), pasó a ser un ¡FUCKING 20!
Lo raro de todo esto, es que a pesar de todo (que me vuelve loco, que me flasha la cabeza y que me encanta, y que además yo solía ser una persona que se enamora rápidamente) no estoy completamente enamorado. Creo que ni yo me entiendo. Es que siento que estoy enamorado, pero a la vez no, porque no pienso en ella cada segundo del día, pero sí me derrito cada vez que la veo, ya sea en fotos o en persona, y "corro casi sin piernas" para no besarla. Debo decir que me caracterizo por ser una persona un poco proactiva (Una persona proactiva se mueve por valores cuidadosamente meditados y seleccionados, pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos.) pero se me complica no dejarme llevar por mis impulsos. Aunque cabe destacar que solo se aplica a ella, ya que desde hace tiempo me siento provocado (o al menos eso creo yo) por una muy linda señorita, la cual la última vez que la vi, sin articular palabra alguna, me tiró con una palmera. Incluso me sorprende mi reacción: sin ningún esfuerzo para mí, rehuí a la situación con comentarios y/o preguntas muy idiotas –pero útiles al fin-. Más aún, teniendo en cuenta que hace un tiempo, en la misma situación solamente hubiera respondido activamente a su actitud para conmigo.
¿Será que tengo en claro mi meta, y no dejo que nada se interponga? Puede ser, pero creo, a estas alturas, que es una meta casi irrealizable –y en este caso pasaría de ser una persona proactiva a una completamente idiota, por haber despreciado tamaña oportunidad de pasar un buen momento-. ¿Será que es verdad que el corazón es ciego y tonto y que por eso, sabiendo que las posibilidades de lograr esa meta son de 1 en 10.000, aún sigo empeñado en que el final de la historia debe de ser feliz? ¿O es que sólo soy una persona optimista al extremo, o perseverante al extremo o quizás pelotudo en extremo?
Quizás soy una combinación de todo lo anteriormente planteado:
Un perfecto pelotudo con un corazón ciego e idiota que sabe que lo que quiere es casi imposible, pero por ser proactivo, optimista y perseverante sigue empeñado en alcanzarlo cueste lo que cueste.
Quizás también el prensado paraguayo me esté afectando las neuronas y no me deja pensar fríamente.
Los contras muchos, pero sólo uno es el arcano mayor, aquel que le bajaría los humos a cualquiera, que haría que hasta el mismo moisés camine en reversa los 40 años de tortura en el desierto -aunque por suerte (o por desgracia) no soy moisés-, sigo sigo buscando ese paraíso que al parecer sólo existe en mi hiperactiva imaginación.
A pesar de todo lo dicho anteriormente, intente o no olvidarme por completo de ella, de la situación y demás, me es absoluta, irrevocable, e inevitablemente imposible no seguir intentando alcanzar mi meta.
A pesar de todo lo dicho anteriormente, intente o no olvidarme por completo de ella, de la situación y demás, me es absoluta, irrevocable, e inevitablemente imposible no seguir intentando alcanzar mi meta.
En conclusión y a mi entender, a pesar de que las cosas no se dieron como cualquiera en mi situación hubiese querido, soy solo un pelotudo perseverante, proactivo e idiota que esta medio enamorado de una chica que posiblemente nunca será nuevamente más que una amiga.
