Otoño

Vuelven las mañanas frescas,
las tardes ventosas, templadas
con ese vago sol que alumbra
pero apenas si entibia.
Vuelve ese olor a tarde de otoño
que transmite paz.
Vuelven, con viejos recuerdos
que creía olvidados,
y vuelve la nostalgia.
Vuelan mariposas muertas
marrones, anaranjadas y amarillas,
agitadas por el capricho de la brisa fresca.
En este escenario,
al cerrar los ojos, te puedo escuchar
como ayer, riendo.
Riendo porque sí,
riendo de nada y de todo.
Y te puedo sentir
acariciando mi rostro,
mientras me dices
que soy un trébol de cuatro hojas,
y tú, la afortunada que lo recogió
y lo colocó junto a su corazón.
Espero que el viento
te acerque estos versos o,
antes de que las rosas florezcan otra vez,
el crudo invierno habrá acabado
con esta agridulce nostalgia.