06 febrero, 2011

Otra vez sopa... Amor no correspondido!

Habiéndome dado cuenta de que escribir realmente te saca un peso de encima, paso a hacerlo.
En estos tres meses, la pasé de maravilla. Disfruté de un noviazgo con el que nunca habría soñado. Esa chica posee todo (absolutamente todo) lo que busco en una mujer, teniendo en cuenta aquellos pequeños defectos que afortunadamente (y digo afortunadamente porque si fuéramos perfectos la vida sería un poco aburrida) que todos tenemos, esos pocos momentos que compartí fueron los más hermosos y… (No encuentro la palabra, pero pongámosle) plenos –en el sentido de que te completan, te llenan y te hacen crecer- de todos los noviazgos pelotudos y sin sentido por los que pasé. Es tan así que me parece exageradamente difícil volverme a enamorar, encontrar a otra persona que siquiera tenga tal cantidad de cualidades que busco.
Lamentablemente, debido a esa cualidad que mayormente abunda en el género femenino (joven, claro está) de no saber qué es lo que quieren sumada a un perfeccionismo que adoro y odio a la vez, esa relación soñada, quedó, otra vez, en un estado de stand by. Afortunadamente soy una persona que no se toma las cosas para mal, que siempre se las toma de forma positiva, pero habiendo pasado algo parecido (por no decir igual) y habiéndose resuelto de forma positiva, me es difícil en este momento pensar positivamente.
No guardo rencor ni odio, pero me llena de tristeza y me hace un nudo en la garganta el pensar en esos momentos de los que hablaba y hacerme a la idea de que es muy probable que no los vuelva a revivir jamás. Dirán ustedes (y con razón) que debería evitar esos recuerdos y esos pensamientos, pero ¿Quién puede?
Confieso que al escribir esto, vuelve a aparecer este maldito nudo, esa molestia en la garganta. Pero no sé por qué aun no estoy dispuesto a dejarme vencer por él.

Cambiando de tema, esto de los amores no correspondidos ya me tiene con las bolas por el suelo. No me entra en la cabeza el por qué el amor tiene que ser tan complicado, tan al azar. Es muy fácil amar a alguien, o enamorarse, pero tan difícil que esa persona nos ame o se enamore. Pero, lamentablemente, no puede ser de otra forma. Solo debemos resignarnos a que el 98.9% de los amores que tengamos no van a ser correspondidos, el 1% va a terminar en una separación por causas de fuerza mayor, y el 0.1% restante va a ser ese amor indestructible a la persona con la que pasaras el resto de tu vida.
Es horrible este sentimiento de derrota, de haber conseguido lo que buscabas y que el destino o el libre albedrío o la simple imbecilidad del corazón (hablo del propio, no el de la otra persona) te lo arrebate en sólo unos segundos.
Lo peor de todo, es que tuve la mala suerte (pero también la fortuna y el privilegio) de ser su primer novio, lo que hace muy probable (en caso de que las cosas milagrosamente se resuelvan de forma positiva) que en algún momento quiera explorar este mundo lleno de personas diferentes. (Bien dice el dicho: “La curiosidad mató al hombre”).
Lo que sigue ahora es esperar 4 eternas semanas, sin pensar demasiado en nada, la respuesta. Mientras tanto reconsideraré dejarme vencer por mi sentimiento y desahogar mi tristeza, o seguir profesando la canción “boys don’t cry”.
Sin más, me despido, gracias por tomarte el trabajo de leer así seas sólo un programa de computadora o un transeúnte de la red.